sábado, 19 de julio de 2008

La cultura comunicativa de Ratzinger

En la época de la globalización, en la que la televisión recrea los espacios y muestra las culturas, el Estado del Vaticano celebra la fe católica con homilías televisadas. Pero ahora también abre las puertas de sus salones privados a los canales de televisión y deja ver su protocolo al gran público. Eso se pudo ver en la última visita entre el Papa Benedicto XVI y el Primer ministro italiano Romano Prodi, quien fue recibido por el pontífice en su biblioteca privada, con ocasión de una visita de Estado en la que el Vaticano mostró la diplomacia y la cultura comunicativa que giran en torno a Benedicto XVI. El coloquio transmitido en directo por la cadena de TV-Rai la mañana del 13 de octubre de 2006 fue comentado por el ex jefe de la sala de prensa vaticana, Joaquín Navarro Valls, vaticanistas y corresponsales de prensa.
La transmisión comentó el próximo viaje del Papa a Turquía y trató de presentar la cultura comunicativa de Ratzinger, que los vaticanistas llaman el “Papa de los discursos de fe”. Luego de los desentendidos entre el Vaticano y el mundo Islámico por la citación que hiciera el Papa de unos textos del emperador bizantino Manuel II, en su lección magistral sobre “Razón y fe”, en la Universidad de Ratisbona, quedó claro, que el Papa tiene que mostrar lo que para todos no es evidente: su capacidad comunicativa. Pero para entender el modo de comunicar del Papa de hoy tenemos que ver al Ratzinger de ayer. Pues, la defensa de la ética y el ejercicio de un oficio y un rol están a la base de su formación académica.
Una formación que él consolidó como prefecto de la Congregación de la fe cargo que le fue asignado por Juan Pablo II al interno de la curia romana. No estamos frente a un diplomático acostumbrado al intercambio de fuentes y realidades que se pueden negociar con buenos gestos. Papa Benedicto XVI es un hombre que hace de la palabra y de los conceptos vinculados a la teología discursos de clarificación y de entendimiento espiritual a partir del carisma cristiano.
El ex cardenal Ratzinger tiene una profunda fe y ha crecido y entendido a Dios en sus lecturas del humanismo desde el mundo de la academia y de las universidades pontificias romanas. Me causó una gran impresión que el Papa fuera criticado por sus comentarios, a mi aviso, infundados sobre el mundo islámico, pues fueron hechos por él en un contexto académico.
Allí, por unos momentos Ratzinger se tomó la cátedra y dio su lección magistral, añorando quizás otros tiempos. He tenido la oportunidad de escuchar buenos comentarios de sus conferencias y cátedras en algunas universidades de Roma y en especial en la Pontificia Universidad Gregoriana, donde él fue profesor de "la Santissima Eucaristia" en 1972 . Desde la Gregoriana, la comunicación es abierta, intercultural y pone énfasis en lo humano. Ratzinger quiere seguir a su antecesor Juan Pablo II, “el Papa de los gestos”, pero desde los discursos. Ese es el gran desafío que tiene hoy Papa Benedicto XVI: llevar y hacer entender su pontificado más allá de Roma.

No hay comentarios: