martes, 14 de septiembre de 2010

La Fiesta de la Virgen de Cocharcas en Milán, una representación social de la inmigración peruana

El sentimiento por el terruño del inmigrante andino peruano se puso de manifiesto el domingo 12 de setiembre en Milán en la fiesta de la Virgen de Cocharcas y se convirtió en un canto profundo, sentido, por momentos fue un llanto retórico (se cantaba imitando quejidos “ayayay, ayayay, ayayay…”), por momentos se volvió un canto sobre amores y desamores, que los artistas y el público repetían a voz en cuello y en grupos de bailes, detrás de las máscaras de los andinos que cruzan todas las fronteras.

Tres, cinco, ocho personas bailaban huaynos de Junín entre hombres y mujeres, que animaban una coreografía, de brazos y piernas, en una cancha de fútbol, todos eran inmigrantes y la música que tocaba la orquesta “Los Ases del Perú” alternándose con “Los turistas de Huancayo” conquistó a la concurrencia, unas 800 personas, que allí bailaban al son de las cantantes en escena: “Rubí del Mantaro”, “Nelly Vivanco”, “Karen Rafael” y “Rossy, La Yauyinita”, hijas inmigrantes del ande peruano, celebraban las festividades de la Virgen de Cocharcas, patrona del pueblito de Sapallanga, en las alturas andinas de Junín (andes centrales del Perú).

La fiesta de la Virgen de Cocharcas en Milán es la mejor representación social de la inmigración peruana en el norte de Italia, porque reúne como parte de las olas migratorias andinas peruanas, que se desplazan en múltiples rutas del campo a la ciudad y luego de la ciudad nacional a la ciudad extranjera, los elementos de la raíz andina: “la música, el canto, el baile y la fiesta”.

La primera manifestación masiva peruana es la procesión del Señor de los Milagros que demuestra, reuniendo a miles de peruanos en el mundo y en Lima la índole más profunda del peruano de todos los tiempos: la religiosidad.

La pluralidad de pueblos y comunidades étnicas y regionales que tiene nuestro país ha ido encontrando en dichos elementos, códigos propios, que están permitiendo fortalecer una identidad en una nación pluriétnica y pluricultural como es el Perú; donde no todos logran representar su cultura en el mundo social. Los inmigrantes provenientes de Junín residentes en las regiones de Lombardía y Emilia Romaña representan el segundo bloque en orden de importancia, después de Lima.

El inmigrante de Junín forma parte de esa diáspora peruana que ha logrado con un cierto éxito mantener la identidad peruana en tierras italianas, convocando a centenares de inmigrantes peruanos en sus fiestas, reuniones sociales y presentaciones folclóricas. Es interesante destacar como es que ésta comunidad está superando la dispersión, la desigualdad y los lugares comunes que limitan en Italia el asociacionismo, la participación colectiva y la reivindicación de una cultura local.

El desafío de la globalización y de quienes la protagonizan está en no perder la identidad en ese espacio ambiguo, lleno de vacíos y oportunidades, que es el espacio transnacional de la migración y de la ciudad moderna, donde se dice quien pierde la identidad está perdido.

Con la fiesta de la Virgen de Cocharcas verificamos que la dimensión colectiva, comunitaria y la esfera pública que están presentes en la procesión de la efigie de la Virgen de Cocharcas en la vía pública y el baile general en las fiestas en un gran espacio público al abierto, como es un campo deportivo, son factores de la cultura popular, cuya celebración y representación, de una cultura propia en un contexto diferente, permiten resistir la distancia entre la tierra de origen y el extranjero.

Las culturas se transforman en el tiempo y se convierten en símbolos, representaciones, monumentos, objetos sagrados, tradiciones y costumbres que en casos como el de los inmigrantes de Junín logran unir, y darle “un sentido nacional” a la experiencia del ser inmigrante peruano.

Entre el pasado y el presente de la cultura peruana se entrecruzan: “Dios, la música, el canto y la esfera pública” formando una base cultural que va, como una energía positiva, contrarrestando el mal peruano, que es la exclusión social y las diferencias culturales, y convirtiendo, también, al suelo transnacional en una experiencia intercultural única, en la cual la idea de comunidad peruana, sí tiene sentido, y el Perú de los inmigrantes consigue tener una base formativa para la identidad de ese Perú que está lejos y cerca a la vez.

(Fotos: Procesión Virgen de Cocharcas realizada el 12 de setiembre 2010 en el distrito Villa San Giovanni, Milán, organizada por la "Asociación de Devotos Virgen de Cocharcas Huancayo-Perú" AVICOH. La efigie de la virgen se encuentra en la Iglesia Cristo Re en el distrito Villa San Giovanni. Las otras fotos corresponden a la fiesta social ofrecida por la asociación AVICOH. La Parroquia Cristo Re ha publicado en su sitio web fotos de la procesión, ver: Foto Cronaca - Foto 2010 http://www.parrocchiacristore.com/)

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